Este sitio reúne algunas “necesidades” que atraviesan mi práctica desde hace algunos años, pero hasta ahora, vaya a saber por qué razón, no lo había puesto en funcionamiento.
En primer lugar, la práctica del docente de Lengua y Literatura o Prácticas del Lenguaje supone la producción de unidades discursivas por parte de sus estudiantes que, si bien son valoradas dentro del aula, cuesta enviar hacia afuera. Es necesario que para que los estudiantes puedan verse lectores/escritores sus producciones puedan tener una salida, un interlocutor más que imaginario, uno que exceda al docente.
Por otro lugar, la conservación de los trabajos y actividades que se construyen junto con los estudiantes a veces se pierden en medio, o quizá al final del año en una lluvia de papelitos. Lo que pasa es que valoramos esos trabajos que son propiedad intelectual de nuestros estudiantes y quisiéramos guardarlos para nosotros, para verlos, repetirlos, re pensarlos desde lo pedagógico y también para que formen parte de una memoria colectiva nutrida por aquello que se compartió, aquello que se hizo en un estar juntos.